En
1937, la Reserva Indígena Nahuelpan, en las afueras de Esquel, fue
duramente desalojada de sus tierras, cedidas en 1908, por orden oficial
a instancias de la familia Amaya, quienes se quedaron con las tierras. Más
de 300 personas, incluyendo niños y ancianos, son desterradas tras
treinta años de habitarlas. Se quemaron viviendas y golpearon a
pobladores en medio de gritos y llantos de impotencia y dolor. La prensa
escrita no registra estos hechos.
Garzonio[1]
recuerda con dolor el hecho.
El desalojo
conmocionó a los esquelenses, aunque muchos vecinos no se interesaban o
lo justificaban. La gente solía eludir el tema
por no tocar apellidos de poder en Esquel, como los Amaya. Éstos
vivían al margen del pueblo. Lorenzo Amaya era un hombre influyente de
Buenos Aires. Tenían caballos de carrera, pero esas tierras fueron
dedicadas al ganado más que a los caballos; el haras no necesitaba
tierras sino cabañas.
Su abuelo ayudaba a los indios y Francisco Nahuelpan murió de un
infarto por el desalojo. Los policías eran odiados, pese a que los
contrataban u ordenaban.
Beatove[2]
menciona la dolorosa expulsión en Nahuelpan. El Dr. Amaya había
logrado tierras por negociaciones en Buenos Aires. Les dieron otras
tierras distintas pero los desarraigaron. Los
Amaya generaron mucho dinero, puestos de trabajo y luego el desarrollo
del hipódromo.
Gago Viera,
hijo del propietario del ECO DEL FUTALAUFQUEN, llegó a Esquel de
6 años; dice que había casas hasta la av. Fontana, el resto, chacras.
No existía el barrio Ceferino y algún que otro ranchito cerca del Badén,
nada más. Después se pobló con los indígenas de Nahuelpan,
gente pobre y pacífica, con haciendas reducidas que vivían de
la lana, de las chivas, venían al pueblo a vender matras.. Dice que
fueron los poderosos de los gobiernos que los echaron.
Entre 1933 y 1939 se ordena la
rectificación del ejido municipal, con una superficie total de 8944,30
hectáreas; por Ley 11732, se crea en Esquel la Unidad 14 del Servicio
Penitenciario Federal. También, el Juzgado Letrado. También se funda
el Club Altlético San Martín; más tarde,
la Asistencia Pública, con capacidad para 10 camas y la Escuela
n° 54; el Patronato de Menores y la
Maternidad y Centro Infantil. Se instala el Destacamento de Montaña
Sur, con aproximadamente mil
hombres de armas. También comienzan a funcionar la Escuela n° 38 y la
Dirección General Impositiva.
En la zona predominaba el cultivo
de trigo, forrajera y muy poco maíz. En las huertas se cultivaban
verduras y, en especial, papas. En ese mismo año, la población agrícola
estaba compuesta principalmente por extranjeros: búlgaros, polacos,
yugoslavos y rusos, mientras que la ganadera era de españoles y
criollos. La cría de ganado ovino era la principal actividad de la
zona: las razas que predominaban eran Merino Australiano y Corriedale.
Las razas vacunas más difundidas eran Shortorn y Holando Argentina,
esta última en los tambos, abasteciendo de lácteos y carne a la
población de Esquel, y en verano se vendía a Bariloche.
Otras actividades de la zona eran algunos aserraderos y molinos de trigo
de poca producción.
El núcleo urbano se había vinculado estrechamente con la zona rural.
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